La adicción a la comida es real. Test para saber si tenes esta adicción

Los ultraprocesados ricos en azúcares, sal y grasas pueden activar los mismos centros de placer en el cerebro que las drogas.

La adicción a los ultraprocesados es un problema que afecta a millones en todo el mundo.  

¿Alguna vez te sentiste incapaz de dejar de comer ciertos alimentos? ¿Te preocupa el impacto que tiene en tu salud y bienestar? La adicción a la comida es un problema creciente que afecta a millones de personas en todo el mundo. Hace poco presencié una escena en un shopping que me dejó impactado. Un niño de menos de 5 años, muy excedido de peso, a tal punto que no podía caminar con comodidad, comía palitos

Hace poco presencié una escena en un shopping que me dejó impactado. Un niño de menos de 5 años, muy excedido de peso, a tal punto que no podía caminar con comodidad, comía palitos salados y tomaba gaseosa, mientras su madre y su abuela elegían qué ropa comprarse. Me di vuelta para volver a mirar con disimulo la situación, pensando que no era posible lo que estaba viendo.

Me invadió una mezcla de bronca, preocupación y frustración. Una parte de mí quería decirle a esa madre sobre lo nada saludable que estaba comiendo su hijo. Sin embargo, otra parte mía me advirtió que no me metiera.

Esa escena me hizo pensar sobre la responsabilidad que tenemos todos a la hora de modelar los hábitos de los más chicos. El sobrepeso y la obesidad infantil son problemas crecientes que pueden tener consecuencias graves para la salud a largo plazo.

Pero lo que más me preocupó fue la posibilidad de que ese niño estuviera desarrollando una adicción a la comida chatarra.

Dependencia física y psicológica

Los productos ultraprocesados ricos en azúcares, sal y grasas pueden activar los mismos centros de placer en el cerebro que las drogas, llevando a una dependencia psicológica y física. Así lo explica la doctora Nora Volkow actual directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), quién ha investigado cómo los cambios en el sistema de dopamina afectan las funciones de las áreas del cerebro que participan en la recompensa y el autocontrol.

Esto sugiere que la adicción a la comida puede ser tratada de manera similar a la adicción a las drogas, enfocándose en la recuperación del equilibrio cerebral.

La clave para superar la adicción a la comida es entender las causas subyacentes.  

En la actualidad, cada vez más investigadores vienen documentando que la adicción a la comida chatarra es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estiman que alcanza al 14% de los adultos y al 12% de los niños.

Así lo publicó recientemente una de las principales investigadoras actuales sobre el tema, la psicóloga Ashley Gearhardt, quién ha diseñado escalas de diagnóstico, tal como se hace con otro tipo de adicciones.

En 2009 elaboró una lista de síntomas de adicción en relación a los alimentos, basándose en la clasificación diagnóstica que utilizan los psiquiatras para el abuso de sustancias, como el alcohol y otras drogas. Dado que esta iniciativa partió de la Universidad de Yale, la herramienta se conoce como YFAS (Yale Food Addiction Scale). Probablemente esta sea la escala más conocida y la que más ha popularizado el concepto de adicción a la comida.

La prevalencia identificada de adicción a la comida de YFAS alcanza el 32% en personas con obesidad que se someten a cirugía bariátrica, y más del 50% en aquellas que padecen de trastorno por atracón.

La clave para superar la adicción a la comida es entender las causas subyacentes y desarrollar estrategias para manejarlas.

Para muchas personas sufrir de una adicción tiene que ver con tener “un mal-estar-interior” que busca ser consolado. El desafío es cómo canalizar esta enorme energía desbocada que pide la sustancia para calmarse.

La terapia individual del tipo cognitivo-conductual,  el mindfulness incluso terapias grupalesr esultan enfoques muy efectivos para ayudar a los pacientes a cambiar sus patrones de comportamiento.

Consejos para la madre del niño

Al final, como decidí no hacerle el comentario a la mamá en el local, sí me comprometí a compartir esta reflexión, con la esperanza de que cada cual, desde donde estemos, podamos crear un futuro más saludable para los más chicos.

1. Modelar comportamientos saludables: Los adultos deben ser modelos a seguir para los niños, demostrando hábitos alimentarios saludables y actividad física regular.

2. Ofrecer alternativas de alimentos saludables: introducir alimentos frescos y nutritivos en las comidas diarias.

3. Establecer límites claros y consistentes: limitar el acceso a alimentos procesados y fomentar conductas saludables.

4. Fomentar la conciencia emocional: ayudar a los niños a reconocer y manejar sus emociones sin recurrir a la comida.

5. Incentivar la práctica de actividad física: Animar a los niños a participar en actividades divertidas y accesibles.

6. Buscar apoyo profesional cuando reconocemos que no podemos solos.

¿Tenés adicción a la comida?

A continuación, una manera de saber si podrías tener síntomas de adicción a la comida, extraído de la YFAS Versión 2.0 modificada.

Es posible que algunos de ustedes se pregunten: ¿Y con este resultado qué hago?

El diagnóstico inicial que nos ofrece este cuestionario es una herramienta más para empezar a reconocer nuestra relación con la comida y empezar a pensar cómo podemos desarmar nuestras conductas más nocivas. No dudes en buscar apoyo si crees que tenés síntomas de adicción.

Test

Cuenta cuantas respuestas son afirmativas

  1. Ingiero alimentos hasta el punto de sentirme físicamente enfermo.
  2. He intentado sin éxito dejar de comer ciertos alimentos.
  3. Paso mucho tiempo sintiéndome débil o cansado por comer en exceso.
  4. Evito actividades sociales, del trabajo o del colegio, porque me preocupa comer demasiado allí.
  5. Sigo comiendo de la misma forma aunque me causa problemas emocionales.
  6. La misma cantidad de comida ya no me aporta la satisfacción que me solía aportar antes.
  7. Si tengo problemas emocionales, por no haber comido ciertos alimentos, los como para sentirme mejor.
  8. Mis amigos y familiares están preocupados por todo lo que como en exceso.
  9. Mis amigos y familiares están preocupados por todo lo que como en exceso.
  10. He estado tan distraído comiendo, que hubiera podido haberme hecho daño (por ejemplo, conduciendo, cruzando la calle, manejando maquinaria).
  11. Tengo impulsos tan fuertes de comer ciertos alimentos, que no puedo pensar en otra cosa.
  12. Tengo problemas significativos en mi vida a causa de la comida. Pueden relacionarse con mi rutina diaria, el trabajo, la escuela, los amigos, la familia o la salud.
  13. Mi conducta alimentaria me causa mucha angustia.
  14. Como en secreto para que otras personas no se den cuenta de la cantidad que estoy consumiendo.
  15. Siento culpa, vergüenza o arrepentimiento después de comer en exceso.
  16. A menudo me siento incapaz de controlar la cantidad de comida que consumo, incluso si no tengo hambre.
  17. Planeo comer en exceso y busco oportunidades para hacerlo a solas.
  18. Experimento síntomas físicos como dolores de estómago o indigestión frecuentes debido a mi forma de comer.
  19. Siento ansiedad o irritabilidad si no puedo acceder a ciertos alimentos que deseo comer.

2 o 3  Afirmativas – Adiccion leve.

4 o 5 Afirmativas – Adicción moderada

6 o más Afirmativas – Adicción grave

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