Un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud revela que la detección de un trastorno por consumo de drogas en adolescentes puede ayudar a predecir el consumo y el uso indebido de medicamentos recetados y prevenir las sobredosis
Las personas que reportaron varios síntomas compatibles con un trastorno grave por consumo de drogas a los 18 años exhibieron dos o más de esos síntomas en la adultez, según un nuevo análisis de una encuesta nacional realizada en Estados Unidos. Estas personas también fueron más propensas a consumir y utilizar en forma indebida medicamentos recetados una vez adultas, y también a automedicarse con opioides, sedantes o tranquilizantes. Publicado hoy en JAMA Network Open, el estudio fue financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), el cual forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Si bien el consumo de alcohol, cannabis u otras drogas es común entre los adolescentes, estudios anteriores sugerían que la mayoría de los adolescentes reducen o abandonan el consumo de drogas cuando llegan a la adultez. Sin embargo, este estudio indica que los adolescentes con varios síntomas de trastorno por consumo de drogas —indicadores de un trastorno de mayor gravedad— no dejan atrás el consumo sintomático de drogas.
“Detectar el consumo de drogas en los adolescentes es extremadamente importante para la intervención temprana y para evitar que surja un trastorno por consumo de drogas”, dijo la Dra. Nora Volkow, directora del NIDA. “Esto es esencial, dado que la transición de la adolescencia a la adultez, cuando el cerebro todavía está en desarrollo, parece ser un período de alto riesgo para el inicio del consumo de drogas”.
En este estudio, los investigadores argumentan que en la actualidad hay importantes lagunas de conocimiento que obstaculizan la puesta en marcha de esfuerzos de detección, diagnosis, prevención y tratamiento para los adolescentes con trastornos por consumo de drogas. Por ejemplo, métodos anteriores destinados a evaluar la persistencia de un trastorno por consumo de drogas tendían a tratar el trastorno como una categoría amplia, sin tomar en consideración la gravedad. Tampoco consideraban la posibilidad del consumo de polisustancias, es decir, los casos en que una persona consume varias drogas o cambia el tipo de droga que consume a medida que avanza en edad.
El estudio panel Monitoring the Future (en inglés) de University of Michigan-Ann Arbor, financiado por el NIDA, ayudó a cerrar esta brecha en la investigación al examinar las conductas de consumo de drogas y la actitud hacia las drogas de estudiantes de 12.o grado en Estados Unidos hasta el momento en que alcanzaron la adultez. Desde 1976, el estudio ha encuestado a paneles de estudiantes sobre sus conductas de consumo de drogas en tres períodos definidos: durante toda la vida, en el año anterior y en el mes anterior. En este estudio, los investigadores examinaron principalmente un subgrupo de 5,317 estudiantes de 12.o grado que habían sido evaluados por primera vez entre 1976 y 1986, y luego encuestados nuevamente —primero a intervalos de dos años y posteriormente a intervalos de cinco años— durante hasta 32 años (hasta que llegaron a la edad de 50). El 51% de los encuestados eran mujeres y el 78% eran de raza blanca.
El equipo de investigación examinó la relación entre la gravedad de los síntomas del trastorno por consumo de drogas a los 18 años y el uso de fármacos recetados, el consumo indebido de fármacos recetados y los síntomas de trastorno por consumo de drogas hasta que estos individuos alcanzaron los 50 años.
Para medir la gravedad de los síntomas del trastorno por consumo de drogas en la adolescencia, los investigadores registraron la cantidad de síntomas reportados por los participantes en respuesta a las preguntas de la encuesta inicial. Estas preguntas se basaron en criterios que identifican los trastornos por consumo de alcohol, cannabis y “otras drogas” en el manual DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders). Los investigadores categorizaron los síntomas de trastorno por consumo de drogas en cinco niveles de gravedad: sin presencia de síntomas, con un síntoma, con dos a tres síntomas, con cuatro a cinco síntomas y con seis o más síntomas. Los síntomas incluían, entre otros, la incapacidad de cumplir con las obligaciones principales de una función como consecuencia del consumo de drogas, y el consumo repetido de drogas, incluso cuando acarreaba riesgos de salud.
Aproximadamente el 12% de los adolescentes encuestados indicaron tener un trastorno por consumo de drogas «grave», que en el estudio se definió como el reporte de seis o más síntomas. Dentro de este grupo, más del 60% presentaron al menos dos síntomas de un trastorno por consumo de drogas en la adultez, una asociación que se observó en los consumidores de alcohol, cannabis y otras drogas. En comparación, aproximadamente el 54% de los adolescentes que reportaron dos o tres síntomas —una indicación de trastorno por consumo de drogas «leve»— tuvieron dos o más síntomas de trastorno por consumo de drogas en la adultez. La mayor gravedad de los síntomas de un trastorno por consumo de drogas a los 18 años también predijo índices más elevados de uso indebido de medicamentos recetados en la adultez.
En total, más del 40% de los encuestados de 18 años reportaron al menos dos síntomas de trastorno por consumo de drogas (en todas las sustancias). Más de la mitad de las personas a quienes se les prescribieron —y consumieron— opioides, sedantes o tranquilizantes en la adultez también reportaron dos o más síntomas cuando tenían 18 años. Este hallazgo destaca la importancia de contar con estrategias para aumentar la seguridad y evaluar apropiadamente los posibles antecedentes de síntomas de trastorno por consumo de drogas al prescribir medicamentos controlados a personas adultas.
“Los adolescentes con trastorno por consumo de drogas no dejarán atrás necesariamente esos trastornos cuando maduren, y podría ser perjudicial decirles a quienes tienen síntomas graves que eso es lo que sucederá”, dice el Dr. Sean Esteban McCabe, autor sénior de este estudio y director del Center for the Study of Drugs, Alcohol, Smoking and Health en University of Michigan. “Nuestro estudio indica que la gravedad es importante cuando se trata de predecir el riesgo décadas después, y es esencial educar y asegurar que nuestro mensaje para los adolescentes con las formas más graves de trastorno por consumo de drogas sea realista. Queremos minimizar la vergüenza y la sensación de fracaso en estos individuos”.
Los autores hacen notar que es necesario realizar más investigaciones para develar posibles mecanismos neurobiológicos y otros factores detrás del motivo por el que los adolescentes con síntomas graves de trastorno por consumo de drogas tienen mayor riesgo de drogadicción y uso indebido de sustancias en la adultez. Caracterizar las posibles causas de los trastornos por consumo de drogas de mayor gravedad podría ayudar a comprender mejor la vulnerabilidad al consumo crónico de drogas y a aumentar la eficacia de las estrategias de prevención y tratamiento.
Fuente: Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas